Texto de contraportada: Paladine, conoces la perversidad que me rodea. Has sido testigo de las calamidades que han asolado Krynn... No puedes menos que admitir que tu doctrina de equilibrio no produce los resultados deseables. ¡...erradicaremos el Mal!¡Destruye a los ogros, pon a raya a los descarriados humanos, asigna territorios lejanos a los enanos, los kenders y los gnomos, razas que por tu gusto nunca habrías creado! ¡...te exijo, Paladine, que me prestes tu poder a fin de aniquilar las sombras que se ciernen sobre nuestras tierras! Así habló el Príncipe de los Sacerdotes el día del Cataclismo. Era un buen hombre, pero intolerante, orgulloso. Creía que su línea de conducta era la correcta, la única, e insistió en que todos, incluidos los dioses, la siguieran. Aquellos que se mostraron en desacuerdo con él fueron considerados malignos y, de acuerdo con la ley, tenían que ser convertidos o destruidos. Las historias narradas en este volumen tratan sobre los efectos que tales edictos y creencias tuvieron sobre la gente de Ansalon en el tiempo anterior al Cataclismo. Indice:
Ubicación cronológica en Krynn: Ver índice
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